Hace
mucho tiempo que no escribo sobre Política, pero sobre todo, hace mucho tiempo
que no escribo sobre la política peruana. No es que estuvo tranquila, por el
contrario hubo movimientos, que si bien no han sido cataclismos del tipo
terremoto 8.4 u 8.7 en la escala de Richter, han remecido la voluntad de los
peruanos. No les voy a contar algo que pueden leer en los diarios de ayer o de
anteayer, la idea es mostrarles algunas cuestiones que a veces pasan
desapercibidas.
Todos
sabemos que las elecciones para Legisladores se producirán en los primeros
meses del 2020 y los que en este momento están como funcionarios se están dando
retoques de pintura para acomodarse en cualquier partido político con chances
de lograr alguna curul. Mejor dicho, los sinvergüenzas, los corruptos están
tratando de no perder privilegios y sobre todo están tratando de seguir
viviendo a costa de nuestros impuestos.
A
los habituales, hay que sumar aquellos improvisados que no entienden un carajo
de política, pero igual quieren lograr alguna prebenda, es decir acomodarse
bien en algún partido. Digo que son improvisados por que no están comprendiendo
el sentido real de la política para un Perú moderno, con visión de futuro, de
progreso, sino que vienen con todos los vicios, mañas y artimañas del pasado
corrupto.
En
algún momento de mi vida, luego de observar a la sociedad llegué a una
conclusión “El mediocre como no tiene
nada que perder, no tiene prurito en armar camarillas corruptas para seguir
enquistadas en el poder y no permiten que ciudadanos honestos y probos puedan
acceder a los espacios de poder. Les hacen la vida imposible, que al final, los
honestos terminan por cansarse y abandonando los espacios de poder que son
tomados rápidamente por los mediocres”
El
ciudadano honesto está acostumbrado a trabajar para crecer y mejorarse, está acostumbrado
a ser eficiente y probo, cuando se encuentra con esa camarilla de mediocres que
le hace la vida imposible en cualquier espacio político que participe, terminará
abandonando, dejándole vía libre para que se enquiste como garrapata. El
mediocre es un profesional chupasangre y conoce todas las formas inimaginables
para evitar ser desterrado de los espacios de poder que ha logrado parasitar.
En
el viaje que realicé el año pasado al Perú pude comprobar que los mediocres se
creen que son dioses del Olimpo y por ende hay que rendirles pleitesía. El
ciudadano común que no participa en la política, algo que va en contra de
nuestra naturaleza ya que en nuestro gen,
los peruanos somos políticos y democráticos. Solo es cuestión de mirar hacia
adentro y encontraremos las respuestas. Seguramente
el año que viene tendré tiempo para estudiar mejor a los pueblitos de Perú,
hasta quizás lo haga “in situ”, ya veremos cómo se va dando, quizás termine
algo que había comenzado con la metáfora que me lanzó hace tiempo un querido
amigo el Dr. Augusto Flores Cárdenas (QEPD) cuando me mostró un libro de
medicina en cuya tapa estaba la imagen de un feto. “Es un embrión, tómalo como
una metáfora”, me dijo.
Por
estos días la actividad política está inmersa en mi vida de forma más activa,
en su debido momento les contaré que estoy haciendo, cómo estoy participando y
sobre todo en dónde estoy participando. Lo que sí puedo decir, es que los
recién llegados aún siguen creyendo que son “Virreyes” y los que estamos en el
extranjero sus súbditos.
Creo
que todos estos años que estuve participando en diversas esferas me han
enseñado a interactuar mejor con esos que hacen “politiquerías” o como habitualmente
los he llamado “Politiquillos de pacotilla”. La mayoría son aprendices, creo
que no comprenden la noción del “quehacer político”, por estos días me asalta una
pregunta ¿me habré convertido en esa gran bestia del que habla Maquiavelo?,
quizás. El 2020 será una gran prueba de fuego, donde voy a poner en práctica
todo lo que he aprendido. Voy a interactuar en forma más directa.
Maquiavelo
decía en El Príncipe respecto del buen líder “…debe ser una gran bestia, pero
no cualquier bestia, sino una mezcla de zorro y león, porque si solo es león no
podrá descubrir las trampas y si solo es zorro no podrá defenderse de los lobos….”
¿Cuántos
buenos líderes hay en el Perú para que sea el próximo presidente? ¿Cuántos buenos
líderes hay en el Perú para ser legisladores?
El
otro día en una reunión, “¿Qué hay para darles a los votantes’”, preguntó
alguien. Una manera mediocre de hacer política muy típica en la argentina donde
los han acostumbrado a que el Estado les dé absolutamente todo. Cambiar ese
modo de pensar y sobre todo que entiendan que si quieren salir del lugar dónde
se encuentran tienen que “trabajar y esforzarse” durante un buen tiempo, va a
costar. No quieren trabajar. Muchos peruanos también han aprendido eso. Todos quieren
que el otro haga algo, mientras ellos esperan en sus casas. “El Estado tiene la
obligación de darnos”, dicen. ¿Dónde lo habrán leído?
En el Perú, por como
lo veo hay un solo candidato con chances de ser presidente, siempre y cuando
haga las cosas bien. Hasta ahora va trabajando bien. Me ha sorprendido
gratamente. La mayoría aún no lo ve por que está trabajando internamente para
fortalecerse. Lo sé porque estoy en “esa parte interna“, y aunque quizás lo que
hace a mí mucho no me sirve por mi profesión (ya lo sé), sí sirve para aquellos
que no tuvieron chances de estudiar derecho, filosofía, sociología o ciencias
políticas. Está escapando al modo de hacer política de los partidos tradicionales,
está construyendo, es bueno para el Perú.
©Miguel Ángel Villegas