El viernes 26 de julio después de mí reunión habitual con los amigos de siempre, después de charlar cosas triviales, económicas y también sobre algunas cuestiones del Perú, principalmente sobre la minería y el tan sonado caso de “Tía María” que está en todos los diarios y las redes sociales, mientras el colectivo me llevaba a casa recordé que ese día iban a transmitir en vivo la inauguración de los juegos Panamericanos Lima – 2019.
Por suerte el colectivo me dejó a pocas cuadras de casa y la suave garúa que había comenzado a caer a esa hora sólo trajo a mi memoria los recuerdos de mi querida Lima. Llegué justo cuando estaba comenzando la transmisión. Luego de servirme una infusión de manzanilla, me senté y me dispuse a disfrutar la inauguración de los Panamericanos Lima – 2019.
La presentación de las regiones del Perú estuvo prolija y ordenada. Esa gran roca o tótem, en otras circunstancias hubiera sido un estorbo, ayer, sucedió todo lo contrario, a través de él se pudo contar historias que hacen a la riqueza cultural del Perú. A través de metáforas mostraron las distintas danzas, las tradiciones que estuvieron en comunión con la música y el juego de luces, lo que transformó a dicha inauguración en un gran espectáculo. Estaba tan bueno que no dudé en pasarles el dato a mis contactos en WhatsApp de los canales que realizaban la transmisión en vivo.
El punto culminante de la presentación fue cuando Juan Diego Flores, el gran tenor peruano cantó “La Flor de la Canela” de nuestra querida Chabuca Granda y consiguió que el público en su totalidad lo ovacionara.
Mientras el tenor peruano se retiraba, para mí, se acabó el show. Digo esto, porque lo que vino después desdibujó el sentido de la celebración, que era deportiva y cultural. Nadie podría dudar que Luis Fonsi sea un gran cantante y conocido en casi todo el Planeta.
Pensaba, ¿No hay artistas peruanos que pudieron ser parte del evento? ¿Qué tal una Eva Ayllón o un Gianmarco? Por nombrar un par. Era una gran oportunidad de mostrarlos al mundo. No se borra de mi mente la frase de dijera hace más de 500 años el gran cronista peruano Garcilaso de la Vega: “El Perú es una madre amorosa con los hijos ajenos, pero una madrastra con los hijos propios”
Es de suponerse que se elige una ciudad de un país determinado para potenciarlo en función a una propuesta coherente que presenten a la organización no gubernamental. La Constitución de Panam Sports, entidad que organiza los Juegos Panamericanos dice en su art. 4.1.12. “Alentar a las ciudades candidatas de cualquier edición de Juegos que presenten una propuesta de los Juegos que mejor se acomode a sus necesidades deportivas, económicas, sociales y medio ambientales a largo plazo…”; está dedicado a promover el deporte en sus países miembros y para ello necesitan el compromiso de los gobiernos respectivos.
La frutilla del postre llegó cuando el peruano Carlos Neuhaus, presidente de la COPAL (Comité organizador para los juegos panamericanos Lima-2019) subió al atril para dar su discurso, que debería haber sido un discurso deportivo, pero por arte de magia o demagogia, lo transformó en un discurso político. ¿A quién carajo le importaba su discurso político? ¿Se habrá olvidado que la Constitución de Panam Sports en su Art. 2° pone de relieve que los Principios fundamentales son, “Difundir el Olimpismo en América… Contribuir a la educación de la juventud por medio del deporte…”; es decir pone de preeminencia al deporte.
Nadie puede dudar que para realizar dicho evento hubo cuestiones políticas que ayudaron a su realización. ¿Era importante declarar o aclarar las cuestiones políticas en la inauguración, no era mejor dejarlo para el día de cierre, haciendo un balance de lo realizado?
Ha quedado grabado en mi memoria, la imagen de un Carlos Neuhaus, dubitativo, como si estuviera leyendo el discurso equivocado. ¿Lo habrá escrito él. Si no lo escribió, al menos lo habrá leído antes de subir al atril para saber lo que iba a decir? ¡Parece que no lo leyó!
José María Langlais (actor argentino), mi profesor de oratoria solía decir “Cuando uno va a exponer o decir un discurso, jamás debe improvisar. Se puede parecer improvisado, pero no ser improvisado. Se debe preparar con anticipación el discurso, estudiarlo y luego, ya en el estrado, si queremos, podemos parecer que estamos improvisando”
Me entró la curiosidad de saber ¿Quién es ese tal Carlos Neuhaus? Revisé la web y me encontré con una gran sorpresa. Resulta que el presidente del comité organizador de los juegos Panamericanos Lima 2019 (Copal) , fue inhabilitado por dos años como dirigente deportivo por el Consejo Superior de Justicia del IPD.
Dice el diario DEPOR “El Consejo Superior de Justicia y Honores del Deporte del IPD emitió este miércoles un fallo que castiga a Carlos Neuhaus , presidente del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos Lima 2019 (Copal), con dos años de inhabilitación como dirigente deportivo. Con esto, ¿peligra la organización de los Juegos Panamericanos? Carlos Neuhaus lidera el Copal y al recibir un castigo de este tipo, supondría que el dirigente quede fuera de este organismo y las obras queden paralizadas. Sin embargo, este no sería el caso.
Una fuente del Copal señaló que el castigo que recibió Neuhaus es solo a nivel de federaciones deportivas, por lo que su cargo como máxima cabeza de la entidad no está en peligro. Por ende, las obras de Lima 2019 continuarán de forma normal y según los plazos establecidos.
"El Copal es parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones y Carlos Neuhaus no tiene rango de dirigente deportivo. Es un funcionario público con un cargo que tiene caducidad. Cuando los Juegos Panamericanos Lima 2019 culminen, el comité se desactivará", expresó la fuente.
Mientras escuchaba a Carlos Neuhaus, dubitativo en el atril con ganas de salir huyendo y esconderse en alguno de los pasillos de ingreso, sólo me sirvió para comprobar que “La corrupción en el Perú” es una gran telaraña que se ha expandid en todos los sectores de la sociedad y del Estado. Carlos Neuhaus forzaba una sonrisa que nunca quiso salir, hizo chistes que no eran jocosos y mencionó cuestiones políticas que a ninguno de los deportistas asistentes les interesaba.
Para remate, momentos después subió al estrado el chileno Neven Ilic (presidente de Panam Sports, entidad que organiza los Juegos Panamericanos) y dió un discurso mesurado y acorde al acontecimiento. Que además invitó a los asistentes y al Perú a disfrutar de esa gran celebración deportiva. Carlos Neuhaus, parado detrás, giraba el rostro de un lado a otro como buscando quizás que algún chasqui le traiga alguna novedad y le ayudara a recuperar el protagonismo que había perdido. No llegó.
Mirándolo perdido, si hubiera estado cerca le hubiera gritado “Oye cojudo te robaron el discurso”, es más, este texto había pensado titularlo “El día que al Cojudo le robaron su discurso”
Traté de imaginar que Carlos Neuhaus sufrió un percance ajeno a su voluntad y que alguna Hada malévola queriendo hacerle una jugarreta le cambio el discurso, de modo tal que cuando él se dio cuenta, ya estaba en el atril frente a su discurso y tuvo que improvisar. Sin embargo, luego recordé que había sido sancionado por el IPD (Instituto peruano del deporte) simplemente tuve la certeza que era un pobre “Cojudo”, que además, el Perú está gobernado por una ralea de cojudos que han transformado al Perú en una especie de puta que se vende al mejor postor o maletín lleno de dólares. Lo maravilloso en esta historia, es que los cojudos, por suerte no son demasiados, pero están enquistados en la sociedad y en el Estado peruano como garrapatas y va a costar sacarlos.
¡Hay Vallejjito, Vallejito!, cuánta razón tenías cuando escribiste “hermanos, hay muchísimo por hacer”
©Miguel Ángel Villegas
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