Parte de la historia prehispánica de Cañete puede apreciarse todavía en Cerro Azul, donde se conserva el Sitio Arqueológico El Huarco, que formó parte del Señorío del mismo nombre y ocupó el valle bajo del río Cañete. Con unos 800 años de antigüedad, los Huarco se dedicaron a la pesca y agricultura, principalmente, hasta la llegada de los Incas. Por su parte, en Lunahuaná, se encuentra el sitio arqueológico Incahuasi, que fuera construido para ser cuartel del Inca Túpac Yupanqui.
Cañete también es considerada cuna de la cultura afroperuana, ya que recibió a esclavos negros en el siglo XVI para trabajar en las haciendas de la zona. Todavía se pueden visitar algunas de ellas como las exhaciendas Casa Blanca y Montalván.
De igual forma, Cañete congregó a una importante comunidad de inmigrantes japoneses, razón por la que aquí se encuentra el templo japonés Taiheizan Jionji, el más antiguo de Latinoamérica. Sin embargo, este solo puede ser visitado por descendientes de japoneses. Adonde sí se puede ir es al Cementerio Japonés 1932, espacio espiritual que es regularmente visitado y que mantiene sus tradiciones.
Otro punto que no puede faltar en este recorrido es el Centro de Documentación de Historia y Cultura de Cañete, impulsado por el Colectivo Sur-real, grupo de jóvenes cañetanos que se han tomado el trabajo de reunir todo el material histórico disponible sobre la provincia y el cual ponen a disposición de especialistas y público en general. Ellos, además, organizan cada año el Festival Afroperuano Kutuká, donde participan distintos expositores de la cultura afroperuana en sus distintas expresiones. Este año el festival se realizará los días 17 y 18 de agosto.
Dato:
Para acceder al Centro de Documentación de Historia y Cultura de Cañete debes comunicarte previamente al teléfono 954-708-490. Aquí también podrás solicitar información para visitar las exhaciendas de Cañete y demás atractivos. Horario de atención: 10:00 a.m. a 1:30 p.m.
Fuente: El Comercio.