La estadounidense Karen Keskulla Uhlenbeck -especialista de las ecuaciones derivadas parciales- se convirtió este martes en la primera mujer en ganar el premio Abel, otorgado por la academia noruega de Ciencias y Letras. Este galardón, que se había entregado a 19 hombres hasta ahora, es considerado el "Nobel" de las matemáticas.
"Karen Uhlenbeck recibe el Premio Abel 2019 por su trabajo fundamental sobre análisis geométrico y teoría gauge, que ha transformado drásticamente el paisaje matemático", dijo el presidente del comité Abel, Hans Munthe-Kaas, en un comunicado.
"Sus teorías han revolucionado nuestro modo de entender las superficies mínimas, como la formada por las burbujas de jabón, y los problemas de minimización generales en dimensiones más altas", añadió en un comunicado.
Su trabajo ha sido descrito como uno de los más importantes en matemáticas del siglo 20. "Soy matemática. Los matemáticos hacen una investigación exótica, por lo que es difícil describir exactamente lo que hago en términos sencillos. Trabajo con ecuaciones diferenciales parciales que originalmente se derivaron de la necesidad de describir cosas como el electromagnetismo, pero han sufrido un siglo de cambios en el que se utilizan de una manera mucho más técnica para observar las formas del espacio", explicó ella misma en su autobiografía.
Sus pares no sólo destacan su capacidad, sino que la definen como una fuente de inspiración. "Ella fue una maestra inspiradora y una mentora dedicada a miles de estudiantes, motivándolos a alcanzar grandes alturas en sus vidas académicas y profesionales. El Premio Abel es el honor más alto en matemáticas, y es uno de los que la profesora Uhlenbeck se merece", dice el presidente de la Academia Noruega de Ciencias y Letras, Gregory L. Fenves.
Uhlenbeck, de 76 años, es profesora emérita en la Universidad de Texas en Austin. También es profesora de investigación invitada en la Universidad de Princeton y profesora asociada del Institute for Advanced Study (IAS), en Estados Unidos.
Para Paul Goldbart, decano de la Facultad de Ciencias Naturales y profesor de física en la Universidad de Texas en Austin, la "revolución" causada por los avances de Uhlenbeck se dio "en la intersección de las matemáticas y la física". "Sus ideas pioneras tienen aplicaciones en una variedad de temas fascinantes, desde la teoría de cuerdas, que pueden ayudar a explicar la naturaleza de la realidad, a la geometría del espacio-tiempo"
Nacida en Cleveland, "desarrolló técnicas y métodos de análisis global que están actualmente en la caja de herramientas de todo geómetra y analista", indicó la Academia Noruega de Ciencias y Letras.
Graduada en la Universidad de Michigan, se doctoró en la de Brandeis, pero fue en la de Chicago, en la década de 1980, donde se convirtió en un referente internacional. En 1983 recibió una beca MacArthur. En 1986 fue elegida para la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, y en 2000 fue galardonada con la Medalla Nacional de la Ciencia. En 2007 recibió el Premio Steele por una contribución seminal a la investigación de la American Mathematical Society.
"Ella transformó el tejido del departamento con su amplia visión de las matemáticas y más allá", dijo Thomas Chen, presidente del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Texas en Austin. "Su insaciable curiosidad alimenta tanto su profunda visión matemática como su sabiduría en la esfera humana, lo cual es evidente en su legendaria generosidad y atención a la mentoría de jóvenes matemáticos".
También es una activista en favor de la igualdad de sexos en las ciencias y las matemáticas. Ella misma contó las dificultades que tuvo de joven para avanzar en el mundo de las matemáticas. "Cuando buscaba trabajo me dijeron que las personas no contrataban mujeres. Que debía ir a casa y tener bebés. Así que los lugares interesados en mi esposo -el biofísico Olke C. Uhlenbeck, del que luego se separó-, no estaban interesados en contratarme. Recuerdo que me dijeron que había reglas del nepotismo y que no podían contratarme por este motivo".
Décadas después de aquellos rechazos, Karen Uhlenbeck se convierte ahora en la primera mujer que recibe el premio Abel, creado en 2003 por el gobierno noruego con el objetivo de compensar la ausencia de un Nobel de matemáticas. Lleva el nombre del matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829).
Con seis millones de coronas (unos 700 mil dólares), es uno de las más prestigiosas distinciones en el mundo en matemáticas junto a la medalla Fields, atribuida cada cuatro años. A diferencia de esta última, que se otorga sólo a menores de 40 años, el premio Abel no tiene límite de edad. El rey de Noruega, Harald V, realizará la entrega el 21 de mayo, en una ceremonia organizada en Oslo.
Fuente: Clarín